Un continente al servicio de la ciencia 

Es la primera vez de Florencia Villalba en la Antártida. La joven científica llega a la bahía de Drake, saca unos recipientes y recoge muestras de tierra. Otros científicos la alientan y le sacan fotos, ella muestra lo colectado y sonríe. Al retornar a la Base Artigas analizará las muestras y averiguará qué microorganismos pueden crecer ahí.

Pablo de Lucía, otro científico, se detiene durante la caminata y habla con Valentina Sityá, coordinadora científica de esta fase antártica, la tercera y última de la campaña. Miran el glaciar Collins, un imponente bloque de hieloque bordea a la base uruguaya y se extiende unos 12 kilómetros cuadrados. De Lucía debe marcar un punto de referencia para recolectar muestras para su proyecto vinculado a la NASA. Analizan las posibilidades y siguen su camino.

Claudia Parodi también es científica. Aunque este recorrido no tenga mayor relevancia para su estudio, igual camina junto al grupo. No importa haber salido sin objetivos concretos: conocer el área, observar detalles, sorprenderse con animales e intercambiar con colegas son actividades que también hacen a la actividad científica.

Florencia, Pablo, Valentina y Claudia son algunos de los científicos que llegaron en la última fase de la campaña de verano antártica, que fue desde el 14 de febrero hasta fines de marzo. Dos días después de llegar a la base, tras el almuerzo y con euforia, participaron de la primera expedición científica en esa zona, donde vivieron durante más de un mes. Caminaron desde la Base Artigas a la bahía de Drake, al otro lado de la Isla Rey Jorge y a unos 4 kilómetros de distancia.

Estos científicos, en su mayoría uruguayos pero con algunos extranjeros, hicieron trabajo de campo en algunos de los 16 proyectos aprobados en el Programa Nacional Antártico 2022-2025.

Pestaña 2

En el sistema entero, y en el interior de cada unidad en particular, los dos conceptos que priman son el de “progresividad” y “regresividad”: dos fuerzas centrífugas que sellan el recorrido de un preso por las distintas cárceles.

El punto de partida de este “peregrinaje” es el CIDD. En la zona metropolitana (Montevideo, Canelones, San José), está localizado en la unidad n°1 de Punta de Rieles, el primer experimento de participación público privada. En el interior, en tanto, el recorrido empieza en la puerta de ingreso del INR en la cárcel del departamento.

Debido a que el 70% de los delitos se cometen en el área metropolitana, y que aquí es dónde se cristaliza el incremento de la delincuencia, las 100 plazas que inicialmente había previsto el CIDD no alcanzan y tiene una sobrepoblación de 148%.

El diseño prevé que en 72 horas —que según algunos abogados, a raíz de la saturación pueden llegar a extenderse hasta entre cinco y 15 días—, el privado de libertad sea evaluado por un equipo técnico que valorará distintos factores, pero fundamental su seguridad y su salud.

Así están distribuidos los privados de libertad en las 26 cárceles

Desde 2017, para este análisis, se aplica un modelo de intervención penitenciaria llamado Riesgo, necesidad y capacidad de respuesta que según indica Salinas —de formación psicóloga—, les permite “predecir la conducta delictiva y por lo tanto cambiarla”. En una entrevista que conlleva una hora por persona, se aplica otro instrumento: Oasis. El Oasis arroja un número, que equivale a un nivel de riesgo bajo, medio y alto. Este nivel es una “orientación” para la intervención que el preso requerirá.

“Si es bajo, nos está diciendo que tiene algunas habilidades que hay que fortalecer”, apunta la subdirectora técnica. Pongámosle, si la persona culminó sus estudios en Primaria, se aspirará a que curse Secundaria durante la reclusión. “Si el nivel de riesgo es medio o alto, ahí la intervención debe ampliarse con programas específicos (drogas en caso de ser consumidor, de agresión sexual si cometió un delito de este tipo), educación y trabajo. Eso, ya veremos, es el mundo ideal; para algunos de los entrevistados, “una utopía”.

Las respuestas del preso —sobre su salud, sus vínculos familiares—, además del estudio de sus antecedentes y el delito que cometió, y el resultado del Oasis definen a qué unidad, y dentro de cada unidad a qué sector o módulo, será asignado.  

El punto neurálgico de esta decisión es la seguridad, “que no es un fin en sí mismo” —aclara el director del INR—, “sino que fija los cimientos para edificar la rehabilitación”. Sin seguridad, todo se cae, según Mendoza. Seguridad significa determinar qué prisión garantiza mejor su integridad física e impedirá que se fugue.

Para que un país tenga presencia en la Antártida hay dos acciones que debe cumplir: mantener la paz y desarrollar la ciencia. En la Base Artigas conviven militares y científicos, pero el objetivo final es que se lleven a cabo los proyectos. Cada año, entre noviembre y marzo, se desarrollan las campañas científicas ya que es solo en verano cuando el clima permite realizar trabajo de campo.

Cada campaña se divide en tres fases de aproximadamente un mes cada una. Los miembros de los proyectos autorizados en el Programa Nacional Antártico viajan al territorio para llevar adelante sus investigaciones. Cada fase, que dura aproximadamente un mes, tiene una coordinadora general.

 

Proyectos científicos 2020-2025

 Geociencias

Responsable: Tte. Cnel. José M. Pampillón
Institución: Instituto Geográfico Militar (IGM)

El objetivo principal es establecer y mantener una Infraestructura Geodésica de Alta Precisión, para poder georreferenciar cualquier objeto geográfico ubicado en la superficie terrestre. Además pretenden generar un Sistema de Información Geográfica de la Isla Rey Jorge y tener una base geográfica e información geoespacial integrada y actualizada.

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Responsables: Tte. Cnel. Gustavo Caubarrere – CF Niki Silvera 

Institución: Instituto Geográfico Militar (IGM) – Servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Armada (SOHMA)

 

Mediante la instalación de sensores, estaciones pasivas y activas, se busca determinar con precisión la variabilidad a través del tiempo del nivel medio del mar (NMM) en la Bahía Maxwell en proximidades de la Base Artigas. El objetivo principal de este proyecto es investigar y aportar información fehaciente y concreta de la variabilidad del NMM en un contexto de cambio climático y mejorar la predicción de mareas en la Base Artigas.

Responsable: Dr. Daniel Carrizo 

Institución: INTA-CSIC

 

El proyecto tiene como objetivo principal caracterizar geoquímicamente (biomarcadores, isótopos y minerales) ambientes extremos presentes en la Isla Rey Jorge y utilizarlos en actividades de investigación espacial. 

Ciencias de la vida

Responsables: Dr. Juan Pablo Lozoya – Dr. Franco Teixeira de Mello 

Institución: Centro Universitario Regional del Este (CURE) 



Se generará un diagnóstico integral de los residuos plásticos y microplásticos en áreas marino-costeras antárticas, centrándose en la Península Fildes pero ampliando el radio de estudio a otras islas de las Shetland del Sur y la Península Antártica en coordinación con otros Programas Antárticos.También se analizará el aporte terrestre de estos residuos a través de las cañadas de deshielo de los glaciares, así como el consumo de microplásticos por el zooplancton y las aves marinas, así como la composición y las concentraciones de contaminantes en los residuos plásticos encontrados. 

*Es el de Claudia, Victoria y Pablo, tenemos foto

 

Responsable: Dra. Natalia Venturini 

Institución: Facultad de Ciencias 

 

El Glaciar Collins es un gran glaciar que se encuentra próximo a la Base Artigas. Este proyecto estudia su derretimiento y tiene varios objetivos: uno es caracterizar la cantidad y composición de la materia orgánica que llega al mar por el derretimiento del glaciar o desprendimientos de hielos, otro es ver como afecta en la calidad y cantidad de alimento para consumidores marinos y también estudiar los efectos en  la estructura ecológica y funcional de estas comunidades.

Responsable: Dra. Lucía Ziegler 

Institución: Centro Universitario Regional del Este (CURE) 

 

Este proyecto busca realizar una línea de base de la extensión espacial y temporal de los sonidos de origen antrópico (producidos por los humanos) y los niveles de ruido asociados en la Península Fildes, isla Rey Jorge, con proyección a un sistema de monitoreo acústico en esta isla antártica.

 

También plantea estudiar la forma en que estos ruidos afectan a las comunidades biológicas y ver como se puede mejorar este aspecto de la actividad humana. 

Responsables: MSc. Laura Camesasca – Dra. María Eugenia Vila 

Institución: Facultad de Ingeniería

 

La contaminación por el uso de envases plásticos y productos similares genera preocupación en la comunidad científica. Existe un biopolímero, PLA, que destaca por varias características en particular por ser biodegradable bajo condiciones de compostaje. Lo negativo es que en su proceso de generación se usan químicos, productos y procesos poco amigables con el medio ambiente.

 

Este proyecto busca estudiar microorganismos antárticos que permitirían generar mejoras en la generación de este biopolímero y hacerlo más amigable con el ambiente. El proyecto también busca generar más información sobre microorganismos adaptados a

condiciones ambientales extremas.

Responsables: Dra. María Cecilia Passadore – Dra. Caterina Dimitriadis 

Institución: Centro Universitario Regional del Este (CURE-UDELAR) 

 

Ampliar los conocimientos básicos sobre los patrones de diversidad, distribución, ecología y abundancia de cetáceos en aguas antárticas es el objetivo de este proyecto, ya que en el verano austral las condiciones son propicias para la presencia de estos animales. 

 

Los datos para este proyecto se obtendrán a partir de avistamientos de cetáceos registrados a bordo de embarcaciones que navegan en aguas antárticas. Dependiendo de la logística también se realizarán estimaciones de densidad y abundancia de cetáceos en distintas zonas de la Antártida,

Responsables: Dr. Enrique Morelli – MSc. Mónica Remedios

Institución: Facultad de Ciencias

 

Trichocera maculipennis es el nombre de un insecto del que se ha tenido registro desde 2006 en distintas bases antárticas pero se trata de una especie no nativa y que parece haberse adaptado al ambiente. Las políticas antárticas plantean que se deben erradicar o controlar las poblaciones no nativas del área y este proyecto busca investigar y aportar más información para el control y erradicación de esta especie.

Responsables: Dr. Andrés Pérez – Dr. Franco Teixeira de Mello – Lic. Germán Azcune

Institución: Facultad de Ciencias – CURE – DINAMA



El cuidado del medioambiente es una prioridad en la Antártida por lo que en eso también se enfocan varios proyectos científicos. Este busca estudiar y caracterizar los principales contaminantes orgánicos persistentes que llegan o son transportados a la Antártida por vía atmosférica o marítima. También busca investigar los lugares en los que se concentran y sus niveles. Además este proyecto servirá como base para desarrollar un programa de monitoreo para estudiar la evolución de este tipo de contaminantes en esa zona.

Responsable: Dra. Silvia Batista – Dra. María Morel

Institución: Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE),

MEC – Facultad de Ciencias, Udelar.



Recopilar información de la biodiversidad de los suelos es el objetivo de la red de monitoreo internacional denominada Global Soil Biodiversity Observation Network (SoilBON). La primera etapa busca recopilar muestras de suelo de sitios conservados o

medianamente protegidos de todo el Mundo.

Investigadores del IIBCE y Udelar tomarán muestras en zonas próximas a la Base Artigas y serán enviadas para ser estudiadas en la Universidad de Leipzig, receptora de las muestras. También se conservarán ejemplos en Uruguay para complementar el estudio.

Responsable: Dr. Juan Cristina – Dr. Gonzalo Moratorio – Dra. Pilar Moreno

Institución: Facultad de Ciencias – Institut Pasteur de Montevideo.

 

Este proyecto busca monitorear virus específicos de importancia clínica y ambiental dentro del ecosistema antártico a partir del análisis de materia fecal de aves marinas y aguas cercanas a las cámaras sépticas de la Base Científica Antártica Artigas (BCAA). También busca realizar secuenciación de última generación para poder analizar la diversidad viral presente en estas muestras.



Responsable: Dr. Manuel Martínez Bueno – Dra. Veronica Saravia.

Institución: Universidad de Granada – Universidad de la República.

 

Existe un tipo de microorganismos, los psicrófilos,  que reúnen ciertas características de adaptación al frío que llaman la atención de la comunidad científica. Este estudio busca aislar, caracterizar e investigar microorganismos de este tipo a partir de muestras de agua de ecosistemas en la Antártida. Además otro objetivo de este proyecto es lograr al menos una publicación científica de impacto en una revista especializada internacional Q1.

Responsable: Dr. Alvaro Soutullo.

Institución: Centro Universitario Regional del Este, UdelaR

 

La importancia del océano Antártico es clave para el nivel medio del mar, balances globales de calor y gases del efecto invernadero. Mediante el estudio de pingüinos del género psygoscelis como centinelas del ecosistema marino. Se usarán dispositivos de rastreo para identificar áreas utilizadas por estos animales en distintos momentos del año, identificar problemas y conflictos con otras actividades. También buscan integrar información local para comprender procesos regionales y elaborar recomendaciones para la gestión de recursos marinos.

Ciencias sociales y humanas

Responsable: Msc. Diego Aguirrezábal

Institución: Laboratorio de Arqueología del Paisaje y Patrimonio del Uruguay, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de la República



El proyecto busca conocer los procesos de exploración y colonización humana en la Península Fildes (cercana a la Base Artigas) durante el siglo XIX y principios del siglo XX. 

Se estudiarán antecedentes arqueológicos y usando nuevas metodologías y técnicas de abordaje se intentará descubrir los diferentes usos de esos espacios, la importancia de la Península como base para campamentos balleneros y foqueros y otras actividades sociales desarrolladas en paralelo.

Monitoreo ambiental

Responsable: MSc. Ana Laura Machado

Institución: IAU – Museo Nacional de Historia Natural-CSIC (España) –

Instituto de Ecología (Universidad de Jena, Alemania)




Esta investigación se realizará en la Isla Ardley, un Área Antártica Especialmente Protegida, donde tres especies de pingüinos del género Pygoscelis se reproducen de forma aislada. Los pingüinos, al ser predadores tope, reflejan rápidamente los cambios ambientales en el medio marino. Esta investigación, en una de las zonas con mayor densidad de estaciones científicas y refugios en la Antártida, busca estudiar los efectos de la acción humana con actividades como el turismo y la pesca o del cambio climático.

Las investigaciones uruguayas que se desarrollen en la Antártida deben intentar seguir tres premisas, según expresa el Instituto Antártico Uruguayo (IAU): responder preguntas científicas relevantes, sentar bases para el posicionamiento de Uruguay en asuntos de política internacional que requieran sustento científico y mantener la autonomía del país para operar en el área del Tratado Antártico.

El Programa Nacional Antártico (PNA) está regido y coordinado por tres áreas:

-Comisión Asesora Científica: se encarga de articular y coordinar los trabajos antárticos con las principales instituciones de ciencia y tecnología del país. Según lineamientos del IAU, busca «incorporar la temática antártica en las prioridades y planes de trabajo de las instituciones que la conforman».

-Instituto Antártico Uruguayo: Trabaja a través de la Dirección de Coordinación Científica y Gestión ambiental (DICGA). El IAU administra el PNA, es el vínculo formal con el SCAR, gestiona la colaboración y coordinación entre instituciones y con el extranjero, entre otras responsabilidades

-Comité Nacional SCAR: SCAR es una sigla en inglés que traducida al español significa Comité Científico para la Investigación Antártica. Es un comité internacional que coordina y desarrolla la ciencia en la Antártida

El Comité Nacional se creó en 2018 y está integrado por investigadores y científicos con trayectoria destacada en distintas áreas. Trabajan como referencia en lo que tiene que ver con ciencia y son articuladores entre la comunidad científica nacional y la internacional.

Textos: Mariángel Solomita
Gráficos: Faustina Bartaburu
Diseño Digital El País