El mercado de lo robado. Ese fue el título de tapa del primer número del suplemento Qué Pasa el sábado 3 de junio de 2000, acompañado de una foto en la que se veían cosas supuestamente robadas en la feria de Piedras Blancas. La nota principal de la edición debut, firmada por Gustavo Escanlar, hablaba de un “negocio en auge” y “fuera de control” y se ponía como ejemplo: “El teléfono celular que se roba el viernes, el domingo se vende en Piedras Blancas”.
Leonardo Haberkorn —editor y creador del suplemento— y la periodista Andrea Tutté completaban el staff de una publicación que llegaba para ocupar un lugar entonces vacío en las páginas de El País y seguramente en buena parte del periodismo nacional: la investigación a fondo, los textos trabajados con tiempo y paciencia, las crónicas y reportajes.
Un repaso por los primeros temas de aquellos suplementos confirma que Uruguay no ha cambiado demasiado en estos 25 años: se intentaban explicar las causas de una “invasión” de cubanos, se hablaba del Prozac para tratar la depresión, de la superpoblación carcelaria, de la pobreza infantil… Y la lista sigue. Era el año 2000 pero podría ser 2015 o 2025. En Uruguay, se sabe, los temas se eternizan.
Qué Pasa se publicó como suplemento cada sábado entre 2000 y 2014. A fines de ese año se reconvirtió en una sección que se publica los fines de semana y abre la edición papel de El País tanto el sábado como el domingo, apostando a mantener la esencia de aquellos viejos suplementos pero también a renovarse.
Porque ha habido cambios, claro. Un suplemento tiene su identidad y un concepto diferente al de una sección. Ahora, desde hace ya una década, Qué Pasa ayuda a darle otro peso al diario de los fines de semana pero, además, muchas veces se apoya en las nuevas narrativas visuales para presentar informes más completos y atractivos en las ediciones web.
Qué Pasa se ha mantenido como una referencia periodística en Uruguay. Lo es desde sus inicios. Porque rápidamente se posicionó en aquellos primeros 2000 como una publicación respetada en la que todos querían escribir. De hecho, fue un lugar muy generoso: Haberkorn ofreció las páginas del suplemento a decenas de periodistas —de adentro y fuera del diario— que publicaban como colaboradores, para ampliar las miradas y enfoques del staff permanente (tengo el honor de haber firmado algunos de mis primeros textos decentes en aquel viejo suplemento).
Por todo esto decidimos, como homenaje pero también para celebrar que el espacio sigue vigente, publicar esta edición especial. El diario le pidió a los editores que pasaron por Qué Pasa —Haberkorn (2000-2006), Antonio Álvarez (2006-2007), Fernán Cisnero (2007-2014), Paula Barquet (2014-2020) y quien escribe estas líneas— que seleccionaran cinco textos de diferentes periodistas que creen merecen ser recordados. Todos recogieron el guante, en algún caso la selección se hizo a medias: a veces se hace difícil elegir entre tantos trabajos publicados.
Así llegamos a una lista de 25 textos históricos, que se publican en este especial web. No diremos que son “las mejores notas” porque sería injusto con cientos de textos memorables que quedaron fuera pero sí que son 25 artículos que por distintas razones vale la pena volver a leer y que no perdieron vigencia, a pesar del tiempo que transcurrió en algunos casos.
De esos 25, hay 10 que volvemos a publicar completos —y con las fotos originales— en un suplemento.
Allí pueden leer una jugosa crónica de Haberkorn en un decadente zoológico de Villa Dolores a inicios de los 2000, un histórico informe de Joel Rosenberg sobre la mortalidad infantil en Artigas, una crónica de Gabriel Sosa sobre un tranquilo pueblo del interior que se transforma en la noche, un texto de César Bianchi en primera persona sobre la ayahuasca, una crónica de Fernán Cisnero que te lleva directo a las Islas Malvinas, una reveladora investigación de Carlos Tapia sobre torturas en el Inisa, un texto de Paula Barquet sobre “mulas” uruguayas presas en China, una entrevista perfilada de Mariángel Solomita con Carmela Hontou (esa “villana” a la que muchos señalaron al inicio de la pandemia) y un esclarecedor reportaje de Martín Tocar sobre el escándalo de Conexión Ganadera. Y mi aporte: un informe sobre la repetición escolar que reveló datos que hasta 2013 eran secretos. En aquellos años llegamos a ir a un juicio para conseguir información.
Una publicación como esta la hacen quienes escriben, quienes sacan y editan las fotos, quienes la diseñan. Cada uno con su granito de arena. Me parece justo nombrar a todos los periodistas que integraron Qué Pasa en estos 25 años (y espero no olvidar a ninguno), sin contar a las decenas y decenas de colaboradores: Leonardo Haberkorn, Andrea Tutté, Joel Rosenberg, Gustavo Escanlar, Gabriel Sosa, César Bianchi, Marcela Moretti, Nausicaa Palomeque, Antonio Álvarez, Fernán Cisnero, Federico Castillo, Lucía Massa, Eloísa Capurro, Fabián Muro, Paula Barquet, Sebastián Cabrera, Francisco Marques, Miguel Arregui, Viviana Ruggiero, Andrés Roizen, Renzo Rossello, Tomer Urwicz, Mariana Castiñeiras, Fernanda Kosak, Camila Bello, Mariángel Solomita, Carlos Tapia, Delfina Milder, Karen Parentelli, Clara Lussich y Martín Tocar.
Con algunos hablé en estos días. Estaban orgullosos de haber sido parte y de que se reivindique el camino recorrido. Este suplemento también es un homenaje a ellos, que hicieron posible un montón de historias.