El País elaboró una lista de 12 personajes de 2023 tras una votación en la redacción en la que participaron 41 periodistas. Esa votación fue el insumo principal desde el cual se partió para elaborar esta selección de figuras del año.

#Gustavo Penadés

Así fue el derrumbe de un senador clave para el gobierno, que terminó preso

Imputado por delitos de explotación y abuso sexual de menores, el exsenador nacionalista era un hombre respetado por propios y ajenos en el Parlamento.

Atrás quedó una trayectoria política de más de 30 años. El senador Gustavo Penadés atravesaba el mejor momento de su carrera cuando explotó el escándalo. A tal punto era un buen momento que un grupo de la Lista 71 del Partido Nacional proyectaba su postulación como precandidato a la Presidencia, a pesar de que él ya había rechazado la oferta, cuando a inicios de año la Justicia comenzó a investigarlo tras las denuncias de Romina Celeste Papasso.

Por aquel entonces Penadés era un hombre de confianza del gobierno en el Parlamento.
Desde 2020 presidió las comisiones de las leyes clave para la gestión del gobierno —como la de urgente consideración, el Presupuesto, Rendición de Cuentas y la intrincada reforma de la seguridad social—. A su vez era el coordinador de la bancada del Partido Nacional y, más allá de otros cargos, se posicionó como el principal articulador entre el Ejecutivo, la coalición y la oposición.

Con Penadés, “un sí, era un sí; y un no, era un no”, reconocen políticos de todos los partidos. Y las conversaciones privadas se mantenían en la confidencialidad, “lo que generaba que se pudiera discutir con él temas delicados”. En definitiva, “hablaba Penadés y hablaba el gobierno”, contó Rodrigo Blás, compañero de sector que hoy ocupa su banca, en un perfil que hace unos meses publicó El País. En tanto, desde la Torre Ejecutiva afirman que de forma natural había ganado esa posición: “Todos lo buscaban. Incluso para el manejo a la interna de la bancada, todos lo necesitaban”.

La militante nacionalista que lo denunció lo acusó de haberle pagado por sexo cuando ella aún era menor de edad. La investigación comenzó solamente con el caso de Papasso, pero luego se sumaron otras once víctimas que relataron situaciones similares. La mayoría de las víctimas tenían 13 o 14 años cuando habrían ocurrido los encuentros ilícitos. Otros 15 y 16. Por lo general, los adolescentes atravesaban situaciones de alta vulnerabilidad socioeconómica.

Una de las víctimas denunció que tenía nueve años cuando fue abusado sexualmente.
¿Qué dijo el presidente Luis Lacalle Pou? “Viene un amigo, que lo conocen desde hace másde 30 años (...) me mira a los ojos y me dice, ‘Yo no fui, yo no hice nada. No es cierto‘. ¿A quién le cree cualquiera? Sería un mal amigo si no le creo”.

“Viene un amigo, que lo conocen desde hace más de 30 años (…) me mira a los ojos y me dice ‘yo no fui, yo no hice nada. No es cierto’. ¿A quién le cree cualquiera? Sería un mal amigo si no le creo”.

La fiscal a cargo del caso, Alicia Ghione, profundizó en el impacto del comportamiento ambivalente que han tenido las autoridades como Lacalle, con respecto a Penadés. En la solicitud de desafuero que envió al Parlamento, expresó: “El respaldo público de algunas autoridades y el silencio de otros representantes del pueblo en general aumentó el temor de las víctimas por acercarse a declarar, tal como manifiestan que se sienten desprotegidas y en riesgo. Por ello la mayoría de ellas están silenciadas y desconfiadas del accionar de las autoridades”.
La fama que Penadés había construido, antes de estas denuncias, era la de un hombre firme, “exigente” con sus compañeros, “implacable con la militancia y la dirigencia si su comportamiento podía perjudicar a la agrupación o al partido”. Él era “la vara ética”, describió un colega del sector. Había una preocupación constante por no decepcionarlo “y estar a la altura de su compromiso ético”.

En su rol de operador político, de articulador en busca de acuerdos, era habitual que Penadés cerrara una conversación ofreciendo su palabra: “Yo te doy mi palabra de honor”, decía.

"Yo te doy mi palabra de honor"

Penadés tenía una vida “institucional” y otra privada, la que llevaba soslayadamente. Era sabida su orientación sexual, es cierto. Como legislador, incluso, votó a favor de leyes esenciales para la apertura de derechos de la comunidad gay, como la del matrimonio igualitario y la ley integral para personas trans, aunque no se embanderó por ninguna de las causas.

Blancos, colorados, cabildantes y frenteamplistas aseguran que Penadés era una fuente de confianza por su trabajo minucioso al estudiar cada tema, por su capacidad de articular negociaciones complejas, por su habilidad para escuchar al otro. Un senador nacionalista que prefirió no ser identificado lo definió así en aquel perfil: “Él era la zona de confort de todos. Si estaba involucrado en algo, sabíamos que iba a desarrollarse acorde a los plazos y con todas las garantías necesarias”.

Después de las denuncias iniciales en marzo, finalmente el 10 de octubre Penadés fue imputado por 22 delitos y actualmente se encuentra en la Cárcel de Florida cumpliendo la prisión preventiva ordenada por la jueza a cargo del caso mientras se desarrolla la investigación.

Específicamente se lo acusó de once delitos de retribución a la explotación sexual de menores de edad, cuatro delitos de abuso sexual especialmente agravado, tres delitos de abuso sexual agravado, un delito de violación, un delito de desacato, un delito de corrupción de menores y un delito de atentado violento al pudor. Todo en régimen de reiteración real, en calidad de autor. Además de Penadés, también fue imputado Sebastián Mauvezín, un profesor de historia del Liceo Militar acusado de trabajar en conjunto con Penadés con el fin de que se concretaran los casos de explotación sexual a menores. El día de la imputación también se conoció que el exdirector del Comcar Carlos Tarocco y su subalterno Federico Rodríguez estaban siendo investigados por haber entorpecido la investigación fiscal sobre el exsenador, accediendo a información confidencial acerca de las víctimas.

Nadie lo duda: el caso Penadés supuso uno de los golpes fuertes del año para el gobierno y para el Partido Nacional, porque fue a prisión -imputado por delitos graves, con una impensada trama atrás- el hombre que “daba su palabra de honor” y era respetado por todo el sistema político.

Zelmar Michelini 1287, CP.11100, Montevideo, Uruguay.
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