#Luana Persíncula

Temporada Luana: la que piensa que todo es posible

La cantante escapa a los clichés de la idiosincrasia uruguaya y hace un producto a puro color, estridencia y desparpajo.

La cantante. La tuitera. La mujer. La madre. La que todavía es una revoltosa niña. La sensual. La empresaria. La princesita. La arrolladora. La picante. La artista. La del barrio. La plenera. La que rockea. La que baila. La que juega. La del año imparable. La libre.
Luana, la de esta bitácora:
Domingo 19 de marzo. Su aparición sorpresiva en el festival de la intendencia Acá Estamos termina en anécdota viral cuando la brasileña Daniela Mercury la confunde con la argentina Lali Espósito. Ella, Luana Persíncula, se suma al coro femenino de “O Canto da Cidade” y agita a las masas junto a la rambla. Tras bambalinas, consigue una selfie con Lali y después llora, encerrada en un auto. Ni siquiera fue incluida en la grilla y le alcanzan un par de minutos improvisados y un carisma irreprochable para robarse la atención de los medios del país.
Jueves 6 de abril. Por primera vez se presenta en el Festival del Olimar, uno de los eventos culturales más emblemáticos del interior uruguayo. Hace raspar su garganta y expande las notas mientras canta una personal versión de “Zamba para olvidarte”. En el público hay desmayos, una intensidad palpable. En las redes, la artista recuerda aquel día de 2015 en el que llegó al Olimar para competir, y se quedó con el segundo puesto y un deseo –el de llegar al escenario principal– incumplido y atravesado en la garganta. Dice: “El tiempo, si tiene que ser, lo hace”. Lo sabe bien.
Sábado 15 de abril. Después de una serie de publicaciones que parecen haber derivado en una cita que tiene al recorte de una red social expectante, la revista Sábado Show titula: “¿Quién es Totoa, el romántico de Twitter que hechizó a la cantante Luana con sus piropos?”.
Sábado 22, sigue siendo el mismo mes. “La Princesita de la Plena” se devela como el número más espectacular del Cosquín Rock Uruguay 2023 y, desde la Rural del Prado, sorprende al público cuando entrega una versión de “El poeta dice la verdad” de La Trampa, una banda de rock. Cuando festeja, dice que de eso se trata todo: de libertad y goce.

Martes 6 de junio. Luana anuncia el show más grande de su carrera, su propio Teatro de Verano. Ha estado frente a multitudes festivaleras pero nunca se puso en su espalda el peso entero de la convocatoria. Al recital, pactado para el 2 de diciembre, lo bautiza “Identidad”.

Cinco días después. La selección uruguaya sub 20 acaba de ganar el Mundial en Argentina y la cantante festeja en la tribuna del Estadio Único de La Plata. Después tuitea, en mayúsculas, frenética: “SOLO VOY A DECIR: QUE ESTO SEA UN ANTES Y UN DESPUÉS PARA LAS OPINIONES SOBRE LA JUVENTUD, TENEMOS QUE CERRAR ORTOS PARA QUE NOS PRESTEN ATENCIÓN, QUÉ LINDO EL FUTURO URUGUAYOOOOOOOOO, CHAU ME VOY A FESTEJAAAAAAR”. En El País, la nota sobre su exabrupto virtual es lo más leído del mes.

"TENEMOS QUE CERRAR ORTOS PARA QUE NOS PRESTEN ATENCIÓN"

Lunes 14, todavía en junio. Su voz toma el Himno Nacional uruguayo y desde algún punto del Estadio Centenario, lo canta para un país que acompaña el homenaje a los campeones Sub 20 y el debut de Marcelo Bielsa como entrenador de la selección mayor. Adentro es una niña inquieta que cumple un sueño; por fuera, una diva blanca y enjuta que causa reacciones en cadena con una presentación para la historia. Nunca una cantante femenina de la música popular uruguaya interpretó el Himno en un evento de estas características.
Luana es la primera.
Jueves 31 de agosto. Bajo el disfraz de Tigresa, sobre 15 centímetros de taco y a la orden del show central de Canal 12, Luana gana la tercera temporada de ¿Quién es la máscara?
Dos jueves después. El Cosquín Rock Argentina 2024 devela su cartel y ahí abajo, en letra chica, al final del afiche, aparecen las cinco letras de su nombre como el anuncio de un nuevo logro.
Domingo 8 de octubre. Está a punto de subirse al escenario de la Fiesta Nacional de la Primavera de Dolores y piensa que todo vuelve: cinco años atrás, en 2018, ese fue uno de los shows cancelados cuando le revocaron el permiso especial de menor que le permitía trabajar cuando era una adolescente. Se acuerda de aquel tiempo en el que todos opinaban de su vida y ella, encerrada en el baño de su casa, lloraba sin consuelo, de aquel tiempo en que su ascendente carrera quedaba frenada un año y medio y, un poco, corría riesgo de morir. Está viva. Se ríe.
Lunes 23 de octubre. Por voto popular, los Premios Graffiti la consagran artista del año. Luana acaba de cumplir 22.

"Gracias mamá, papá y mi hermana por bancarme la cabeza. Desde chiquita intentando esto, y mirá. Y gracias a todo el Uruguay por apoyar a los artistas, a las músicas y los músicos nacionales, carajo”

Sábado 2 de diciembre: Frente a un Teatro de Verano lleno, tras dos horas de un show que la vio cambiarse de vestuario cinco veces, cantar plena y folclore y pop y cumbia y rock, colgar a varios metros del piso y sentarse en una nube, gritar por emoción y por puro nervio, Luana llora. Se seca las lágrimas con las dos manos. Dice: “Gracias mamá, papá y mi hermana por bancarme la cabeza. Desde chiquita intentando esto, y mirá. Y gracias a todo el Uruguay por apoyar a los artistas, a las músicas y los músicos nacionales, carajo”. Algo se le acomodará adentro a medida que pasen las horas: esta noche, en este escenario, Luana hace historia.

Es la que quiere, como tantos han querido, llevar la plena uruguaya fuera de fronteras.
La que le escapa a los clichés de la idiosincrasia uruguaya y hace un producto a puro color, estridencia, desparpajo.
La estrella de un brillo que recién empieza a desparramarse.
Luana, la que piensa que todo es posible.

Zelmar Michelini 1287, CP.11100, Montevideo, Uruguay.
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