Sola contra el mundo: Romina Celeste fundará un nuevo partido siguiendo las ideas de Milei
La militante blanca tuvo un cambio interno luego del episodio donde agredió a una funcionaria de la IMM, que la llevó a denunciar al senador Penadés y a entender su propia historia.
En la adolescencia comenzó a militar en el Partido Nacional, más que nada por la simpatía que su abuela tenía con el wilsonismo y después por convencimiento propio. Para Romina Celeste Papasso la militancia es un espacio donde se siente cómoda. Así como de muy chica tenía claro que era mujer, hoy asegura que siempre va a estar en la política. El episodio que la hizo conocida, al que ella se refiere como “lo que pasó con Lula”, marcó un antes y un después en su vida.
El 25 de enero de 2023 ella estacionó su auto sobre 18 de Julio y Ejido, frente a la Intendencia de Montevideo (IMM). Ese día el recién reelecto presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, recibió un reconocimiento por la intendenta Carolina Cosse. El evento en sí mismo fue muy criticado: muchos dirigentes blancos y colorados dijeron que se usó la institucionalidad de la IMM para un acto político, y se señaló que el propio Frente Amplio invitó a sus votantes a asistir.
La explanada de la intendencia estaba repleta de simpatizantes de Lula, y Romina tenía en su auto dos banderas del Partido Nacional y el capó abierto. Cargada de entusiasmo y energía, tuvo una pelea con una inspectora de la IMM pero también con policías. El cruce se dio luego de varias conversaciones, donde los inspectores le pedían que se retirara, porque la zona no estaba habilitada para autos en ese momento. En toda esta escaramuza, Romina terminó escupiendo a una funcionaria. Y ahí arrancó su historia reciente, que por ahora culminó con el exsenador Gustavo Penades preso por la acusación de 22 delitos sexuales.
Romina tenía 14 años cuando fue explotada sexualmente por Penadés según denuncia, pero en ese momento no sabía de quién se trataba. “Me vine a enterar años después, cuando tenía 21 años, pero era un tema del que no hablaba”, dice en referencia a aquellos años.
Todavía le cuesta hablar del tema, pero rescata que poder decir la verdad le hizo ver la vida distinta. “Ahora estoy mucho más tranquila, no tengo esa impulsividad que tenía, esa que me hizo reaccionar mal el día de lo que pasó con Lula”. Aunque también se defiende, las calles no son un espacio donde las chicas trans puedan circular con total tranquilidad.
Ahora respalda a Javier Milei y confía en sus ideas.
El episodio de Lula la acercó también a simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro. En el Partido Nacional ella dice que nunca iría con el Herrerismo: “En las elecciones pasadas milité por Álvaro Delgado, ahora voy a ver, pero ya te digo que no voy a apoyar la candidatura de Laura Raffo”. De hecho, ahora anuncia que formará un partido nuevo de cara a la siguiente elección, la de 2029. Quiere trasladar algunas de las características del fenómeno de Milei a Uruguay y estuvo en la asunción del presidente argentino con un grupo de militantes de La Libertad Avanza.
Contar públicamente que había sido abusada sexualmente por Penadés no fue una reacción, sino un proceso. “Pensaba que no podía salir a decir nada porque soy blanca, pero cuando pasó lo de Lula y él mismo salió a decir públicamente que yo no estaba relacionada con el partido, hice un clic”, cuenta. El mismo día que el exsenador y otros dirigentes blancos dijeron que ella no estaba orgánicamente dentro del partido, Romina fue al programa de canal 10 Polémica en el Bar. “No dije nada en ese momento y lo podría haber hecho, además de que nunca pensé que después de mi denuncia fueran a salir tantas más”.
Romina se sintió sola contra el mundo muchas veces, cuando decidió hacer el proceso de transición.
El primer paso, el de tomar hormonas, también lo hizo sola. Sus padres en aquellos años no la entendieron y la única que la acompañó fue su abuela. “Me las arreglé para comprar las hormonas yo misma en la farmacia, nunca fui al médico. Ahora ya no tomó más, tienen efectos secundarios, y la verdad me siento cómoda con mi cuerpo”.
Sola estuvo también en el caso judicial de Penadés: “Al principio era yo contra el mundo. No fue fácil. Me trataron de mentirosa, me seguían los que estaban trabajando con él, hasta el entonces ministro del interior y el presidente de la República salieron públicamente a defenderlo”. Para ella fueron muchas batallas, o más bien guerras que dio al mismo tiempo, públicamente era la denuncia y su proceso, pero también estaba lo que fue descubriendo de su propia historia: fue una víctima y hoy es una sobreviviente. “Ahora él está preso, todo se dio vuelta”, dice, satisfecha. Recuerda que ese momento sintió que una voz la alentaba: “Me decía ‘seguí para delante con fuerza’”. Fue algo histórico, que nunca había pasado, un senador preso acusado de explotar sexualmente de menores. “La gente piensa que estos casos no son reales, pero el tiempo y la justicia demostraron que sí”.