Por Martín Tocar
Este domingo 27 de octubre marcará un nuevo punto definitorio de una campaña electoral que estuvo signada, a juicio de todos los protagonistas, por la apatía, el escaso entusiasmo, y la falta de ideas removedoras.
Pero como en las internas, el guión mayoritariamente predecible dejó a su paso una estela de palabras que reunidas y revisitadas, permiten reconstruir, acaso con algo más de gracia o simpatía, los mojones de la carrera hacia la primera vuelta, y lo que vendrá el día después.
En esta segunda etapa de la campaña aprendimos que algunas palabras no quieren decir lo que siempre pensamos que significaban, que la política también necesita “actos de fe” y “enamoramientos”, que hasta el “fin del mundo” es una cuestión discutible y que, entre tanto ruido, las campañas y las elecciones también pueden ser “silenciosas”. La palabra final, como siempre, la tienen las urnas.
H
humo – Vapor gaseoso contaminante que emerge en discursos de poco contenido, siempre rodeando a los adversarios de turno y nunca a uno mismo.
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M
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nacionalizar -Concepto aparentemente polisémico que según el oficialismo revelaría una secreta pulsión de la izquierda por expropiar los ahorros de la gente, que para otros implicaría prohibir los capitales extranjeros, y que según el Pacha Sánchez solo significa hacer que algo “sea mucho más virtuoso”. Escudriñar su significado insumió varias conferencias de prensa y entrevistas en los días previos a la elección. (Ver «Irónico»)
nueva política -El dos veces presidente Julio María Sanguinetti revelando que es de Capricornio.
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